Se dedicó temporalmente a la agricultura, pero su espíritu inquieto lo dirigió en 1841 a la India, donde participó como voluntario en la primera guerra anglo-afgana (1839-1842), en la cual se destacó por su actuación en la toma del castillo de Serrampare, resguardado por guardias daneses.
La amnistía le permitió regresar a Chile en 1862 y participar de la guerra contra España como voluntario en la barca Dart.
Fue nombrado ayudante del ministro Rafael Sotomayor Baeza y estuvo en el combate naval de Angamos.
En su lecho de muerte mandó a llamar a su caballo "Pedro José" y se despidió de él con estas palabras: «Pedro José, aquí tienes a tu amo que va camino de la muerte por un solo balazo; tú, con cinco, estás tan fresco [...]».
[2] Su biógrafo y amigo íntimo, Diego Barros Arana, le dedicó el siguiente epitafio: