Rhodophyta

Se caracterizan por ser extremófilas debido a su condición termoacidófila (son termófilas e hiperacidófilas), habitando en aguas termales, calderas volcánicas y algunos entornos ácidos producto de la actividad humana, mostrando además resistencia a la presencia de metales tóxicos.Su reproducción es asexual por división mitótica, formando en ocasiones endosporas en número 2, 4, 8 y a veces hasta 16 células hijas.Estos pigmentos, que absorben la luz azul y reflejan la roja, les dan su característico color rojizo.La extensa mayoría de las algas rojas son marinas, aunque existen algunas especies que viven en agua dulce o en el suelo.Son de vida libre, epífitas o epizoicas y se conocen algunas formas parásitas.Algunas especies crecen utilizando como sustrato las algas pardas (que suelen ser más grandes) o sobre las conchas de mejillones y gasterópodos.Las algas rojas suelen vivir en la zona litoral relativamente estrecha que bordea la placa continental.[12]​ Se las encuentra en todas las latitudes, preferentemente en aguas tropicales y templadas, donde constituyen las algas más abundantes.Existen también células vesiculares o secretoras de sustancias que presentan una gran diversidad en su composición química.En el refuerzo estructural también tienen importancia los mucílagos que se acumulan en las paredes celulares, compactando tanto los filamentos axiales con los contiguos.Las rodofitas son fotosintéticas y sus cloroplastos (llamados rodoplastos) presentan algunas características específicas de su grupo.Aunque en algunas especies puede faltar la sexualidad, usualmente presentan alternancia de generaciones, que pueden ser dos o tres.Los estudios moleculares ubican a las algas en Archaeplastida (= Primoplantae, Plantae sensu lato); sin embargo, la clasificación supraordinal se ha limitado al debate del nivel clase vs.Estos dos sistemas de clasificación, en los cuales las algas se ubican en el reino Plantae, son mostrados en la tabla.
Cyanidioschyzon en plena división celular.
Ciclo de vida trigenético de Chondrus crispus . El gametófito masculino (izq.) produce los gametos masculinos que movidos por las corrientes de agua alcanzan el gametófito femenino. El zigoto se desarrolla en un carposporofito , que sigue viviendo sobre el gametófito femenino. El carposporofito produce carposporas diploides que al germinar dan lugar al tetrasporocito . Por último, el tetrasporocito (der.) produce tetrasporas haploides por meiosis , que al germinar dan lugar a los gametófitos masculinos y femeninos, cerrando el ciclo.