Un ejemplo de esta influencia relacionada con este retablo es la utilización de la iconografía creada por Bassa sobre San Marcos que usó Jaume Cabrera en 1400 en tres tablas del Retablo del Salvador que se conserva en el museo Maricel de Sitges.Allí se mantuvo hasta que a principios del siglo XX, más concretamente en 1902, el historiador y arquitecto Alexandre Soler i March lo recuperó para instalarlo en la Colegiata Basílica de Santa María de la Aurora,[12] pocos años más tarde se trasladó a su museo y más tarde una vez restaurado en 1956 volvió a instalarse nuevamente dentro de la sede manresana.[13] El retablo tiene una estructura de tres calles terminados en gablete y dos jambas acabadas en pináculos, situados entre las tablas.A pesar de tener únicamente seis tablas, Arnau Bassa consiguió representar 12 escenas diferentes.Alterna el amarillo, el ocre y el verde para diferenciar los ambientes representados.Bassa, desplegó un programa narrativo propio, materializado en cinco escenas que describen el vínculo entre Marcos y Aniano, ya que no había modelos iconográficos catalanes sobre la vida de san Marcos, y menos sobre la de san Aniano, anteriores al siglo XIV.[15] Ninguna de ellas hace mención a la figura y relación con Aniano ni muestran la muerte y martirio del evangelista, dos temas representados en el retablo de Bassa.