Su órgano de expresión era la revista A Águia, publicada en Oporto entre 1910 y 1932, así como el quincenario Vida Portuguesa.
En este contexto de "regeneración" surgieron diversos movimientos socioculturales, entre ellos la Renascença Portuguesa, que intentaban solucionar los graves problemas que la instauración de la República no conseguía arreglar en las áreas educativa, social, económica y religiosa.
El propósito del movimiento, en palabras de Jaime Cortesão, era "dar un contenido renovador y fecundo a la revolución republicana".
Consecuentemente con estos principios, la Renascença Portuguesa desarrolló una estética caracterizada por una especie de neo-romanticismo, en la que la creación debía ser intuitiva, privilegiando los temas históricos o populares y una visión mística y animista de la naturaleza.
Esta revista, junto con el quincenario A Vida Portuguesa,[2] son una muestra de la intensa actividad editorial del movimiento: en 1918, se habían publicado ya 120 volúmenes, sobre literatura, arte, ciencia, filosofía y crítica social.
La propia revista A Águia, cuya edición se prolonga hasta 1932, entra en decadencia, sustituida parcialmente por Portucale, iniciada en 1928, que continúa el esfuerzo de autodefinición nacionalista del grupo.
En 1932 la revista A Águia dejó de publicar, y en los años siguientes el movimiento se extinguió.