A consecuencia del acusado cambio ideológico que tiene lugar a principios del siglo XV, el paisaje natural del mundo empieza a aparecer en los cuadros como entorno de la figura humana y a tomar un interés y una importancia de la que carecía en el pasado y se lo suele asociar con las deidades paganas y la mitología, por las que se siente gran curiosidad.Sin embargo es durante el Renacimiento cuando más se hace notar el género bucólico, ya que recuperó los temas y géneros clásicos (la citada égloga) e incluso inventó otros nuevos (como la novela pastoril, género mixto de prosa y verso creado por el italiano Jacopo Sannazaro en su Arcadia), o incluso lo renovó incorporando elementos pastoriles asociados al tema cristiano de la Adoración de los pastores (officum pastorum).El elemento bucólico es ya muy importante en algunas obras de Francesco Petrarca, como su Carmen bucolicum, y en Giovanni Boccaccio, como en su Ninfale Fiesolano, su Ninfale d'Ameto, su Comedia delle ninfe Fiorentine o incluso sus apenas leídas dieciséis églogas en latín.En Portugal introdujo el bucolismo Bernardim Ribeiro a través de su novela pastoril Menina e moça y escribieron églogas Sa de Miranda y otros poetas renacentistas.En Inglaterra sir Philip Sidney fue el primero en escribir una novela pastoril, The Countess of Pembroke's Arcadia.