Para uso cotidiano se difunde otra escala cronológica: el Tiempo Universal Coordinado (UTC).
El primer reloj atómico de cesio se construyó en 1955, en el National Physical Laboratory (NPL), en Inglaterra.
El reloj más preciso del mundo se diseña en el Observatorio de París, donde los actuales relojes atómicos tardarían 52 millones de años para desfasarse un segundo.
Lord Kelvin sugirió por primera vez en 1879 la idea de utilizar la vibración atómica para medir el tiempo.
El método práctico para realizarlo se convirtió en la resonancia magnética, desarrollada en el decenio de 1930 por Isidor Isaac Rabi.
Era menos exacto que los relojes de cuarzo existentes, pero sirvió para demostrar el concepto.
Estos dos relojes son las más exactos que se han construido hasta la fecha.
Esto representa un reloj cien veces menor que cualquier otro construido hasta la fecha, cuyo consumo es de solo 0,079 vatios.
Tras la evaporación se utiliza un imán para separar los iones y descartar los de mayor energía.
El verdadero reloj es un oscilador electrónico que genera pulsos de una frecuencia ajustable.
Para realizar la medición mediante estas partículas es necesario crear un campo electromagnético que no existe naturalmente en el Universo.
Mediante este método los átomos pueden reducir su velocidad hasta hacerla diez mil veces más lenta de lo normal.
En virtud del perfeccionamiento del peine de frecuencias, estas mediciones se han vuelto mucho más accesibles, y en todo el mundo se están desarrollando numerosos sistemas de relojes ópticos.
Las señales horarias generadas en los relojes atómicos se difunden por transmisores de onda larga de radio gestionados por los gobiernos de muchos países, alrededor del mundo, como DCF77 (Alemania), HBG (Suiza), JJY (Japón), MSF (Reino Unido), TDF (Francia) y WWVB (Estados Unidos).
A veces, por la noche, la señal JJY se puede captar incluso en Australia Occidental y Tasmania.
Así, hay muy pocas regiones del mundo donde la hora precisa procedente de relojes atómicos no esté disponible.
Los relojes atómicos se utilizan para generar las frecuencias estándar.
Los relojes atómicos constituyen la base del sistema de navegación GPS.
Físicos del National Institute of Standards and Technology (NIST) han construido una versión mejorada de reloj atómico experimental basado en un único átomo de aluminio.
Por lo tanto ningún otro reloj puede ser más preciso que el de cesio.
El sistema GPS proporciona señales muy exactas de hora y frecuencia.
Sin embargo, receptores GPS poco costosos probablemente no asignen alta prioridad a la actualización de la pantalla.