Esto se debe a que el mensaje escrito alrededor de nuestra cifra está ahí, exclusivamente, para distraer la atención.
Señalar que este sistema presenta graves problemas al ser difícil poder elaborar un texto creíble con las limitaciones previstas.
Dicho esto, es posible emplear una rejilla para revelar un mensaje en un listado de letras aparentemente aleatorias.
[2] El criptógrafo francés, Blaise de Vigenère, al parecer, no confiaba demasiado en este sistema.
Al parecer, esta transición se llevó a cabo en algún momento del siglo XVII.
A este respecto las rejillas se dividen en dos grupos según su forma de creación, las ordinarias y las rotatorias.
Las rejillas giratorias fueron descritas por el Barón Edouard Fleissner von Wostrowitz, antiguo coronel del ejército austrohúngaro, y por ese motivo también se las llama rejillas de Fleissner, aunque parece ser que ya estaban en uso anteriormente.
Durante la I Guerra Mundial, en 1916, el ejército alemán empleó una serie de rejillas giratorias para sus comunicaciones.
La rotación de estos números y su sucesiva perforación, sin repetir nunca, permite elaborar la rejilla.