Reformas de Mario

Desgraciadamente, no todos los cónsules electos eran muy capaces desde el punto de vista militar.

Este desastre fue seguido por una guerra en África contra el rey Yugurta de Numidia.

El cónsul Quinto Cecilio Metelo el Numídico fue enviado a derrotar a Yugurta y, si bien no perdió ningún ejército, tras dos años de guerra todavía no había logrado la victoria total.

Cayo Mario, uno de sus legados, solicitó a Metelo que le liberase de su deber para poder volver a Roma y presentarse al consulado a finales del año 108 a. C. Cuando Mario se convirtió en cónsul junior (el que menos votos había obtenido de los dos) en el año 107 a. C., se le encargó concluir la guerra contra Yugurta y se encontró con que no tenía ejército.

Por otro lado, los ciudadanos elegibles que quedaban eran muy pocos, debido a los anteriores desastres militares.

Ofreció a la gente sin recursos un empleo permanente con paga como soldados profesionales, y la oportunidad de ganar dinero mediante los saqueos en campaña.

El entrenamiento se mantenía a lo largo del año, y no sólo cuando era necesario.

Este pequeño ejército, capaz de batirse por sí solo en casi cualquier modalidad militar, arrastraba (especialmente en época imperial) una gran cantidad de personal civil no directamente relacionado con la legión: comerciantes, prostitutas, "esposas" de legionarios (que no podían contraer matrimonio), que al establecerse en torno a los campamentos permanentes o semipermanentes acababan dando lugar a auténticas ciudades.

Las legiones pronto se encontraron en una condición física y de disciplina insuperable, sin parangón en el mundo antiguo.

El primer y más obvio resultado fue una mejora en la capacidad militar del ejército.

Ya no era necesario que, cuando la República se viese amenazada, el general de turno tuviera que reclutar a toda prisa un ejército, entrenarlo para luchar y obedecer las órdenes, y luego hacerlo marchar a la batalla completamente novato.

Comenzó a ser común que los generales, en lugar de retirarse tras el cese de las hostilidades, rechazasen perder su imperium y usasen su ejército (que le era leal a él) para consolidar su poder.

Los auxiliares surgen por pura necesidad táctica, ya que la infantería pesada legionaria precisaba el apoyo de otros cuerpos de caballería e infantería ligera (junto con hostigadores como arqueros, honderos o lanceros).

Pero es tras la guerra Social (91-89 a. C.) cuando los auxilia reciben el impulso definitivo al desaparecer las Alae Sociorum.

Igualmente, cuerpos de arqueros, honderos y caballería son reclutados, muchas veces mediante levas forzosas, entre los diferentes pueblos del Mediterráneo.

Actores representando el avance de una legión romana en posición de ataque, el equipo de los legionarios fue muy posterior al de la época de Mario.
Busto de Cayo Mario conservado en los Museos Vaticanos .
Mario introdujo el estandarte del Águila para dar un símbolo que defender a sus soldados.