[2] Tras declararse la Segunda República se promulgó la importante Ley de Reforma Agraria.Los motivos pudieron ser que tenía recursos claramente insuficientes, debido a la falta de dinero de la Hacienda Pública, sumado al boicot que realizaron los propios terratenientes y la banca privada (vinculada familiar y económicamente a los terratenientes).Pero finalmente, en las elecciones de 1933, ganó la CEDA, que era un partido conservador, y paralizó el proceso.La reforma, sin resultar un fracaso absoluto, representó una gran frustración para los campesinos.«Fue la mayor huelga agraria de la historia [española]»[3][4] Algunos líderes campesinos fueron encarcelados (de los cuales, 600 jornaleros extremeños), numerosos ayuntamientos socialistas fueron destituidos y varias “casas del pueblo” fueron clausuradas.[5] El Gobierno declaró el estado de guerra, resultando en total 2.000 muertos y 30.000 detenidos.Una de las regiones más afectadas fue Extremadura, muy dependiente del campo, y castigada duramente por las circunstancias ocurridas años antes.Siguiendo sus instrucciones[1], unos 80.000 yunteros extremeños ocuparon ese día casi 250.000 hectáreas; de forma pacífica y sin incidentes con los latifundistas ni con las autoridades, en más de 280 pueblos simultáneamente.Estos acontecimientos han sido recogidos en los libros El día que se levantó Extremadura (2020)[6] y Otra Extemadura.También se informó sobre el gobernador civil de Badajoz Miguel Granados, máxima autoridad provincial: Por ello se ha visto obligado a imponer sanciones y advierte, una vez más, que el Gobierno no tolerará más asentamientos que los autorizados por la Reforma Agraria.[8] Sin embargo, muchas autoridades accedieron a firmar las actas que los campesinos pedían.La historiadora Candela Chaves ha documentado que Badajoz fue la segunda provincia más afectada por la represión franquista.
Jornaleros españoles (probablemente de Andalucía o Extremadura)
Celebración del 1 de mayo de 1936, en Fregenal de la Sierra (Badajoz)
Campesinos de Badajoz llevando a cabo la ocupación de fincas.