Rafael Landívar

Es considerado entre los autores importantes de la Escuela Universalista Española del siglo XVIII.

Se le confirió el grado de bachiller en filosofía en 1746, cuando aún no cumplía los quince años.

Lo que era poco ha del gran Reino Ciudad capital, soberbia, altiva, Sin casas, plazas,, templos, ni guaridas.

No quedó ya refugio al vecindario, Ni trepando del monte la alta cima; Pues los fragmentos eran precipicios Que Júpiter fraguó para la ruina.

Salen ya del polvo Desde el umbral repuestos, reconstruidos, Hasta la cumbre los suntuosos templos Con elegante y sólida maestría.

Recobra la ciudad rápidamente De sus mismos destrozos nueva vida, Acaso más feliz ¡quiéralo el Cielo!

Pero al año siguiente la isla cayó en poder de la Monarquía de Francia donde la orden estaba prohibida desde 1762, lo que obligó al papa Clemente XIII a admitirlos en los Estados Pontificios, a lo que hasta entonces se había negado.

Por su parte, la iglesia y el colegio San Borja quedaron a cargo del deán de la Catedral.

La obra alcanzó tal éxito en su primera edición, editada en Módena en 1781, que se publicó una segunda, en 1782, esta vez en la misma Bolonia, constituida por 15 libros y un apéndice, con un total de 5.348 versos.

De acuerdo al historiador Ramón A. Salazar, su obra Rusticatio Mexicana estaba ya casi olvidada en Guatemala en 1897 porque las ediciones eran raras y escasas.

Emblema de la Compañía de Jesús .
Tarjeta de graduación del Colegio San Borja de Rafael Landívar. Impresa por Blas de Ávila en 1746.
Rey Carlos III de España, que expulsó a los jesuitas de sus territorios en 1767.
Tumba de Rafael Landivar en Antigua Guatemala
Emblema de la Universidad Rafael Landivar