Rafael de Floranes

Fue propuesto a procurador del corregimiento de la villa de Bilbao, aun cuando no pudo ejercer el cargo por no ser natural del lugar, como dictaba el Fuero.

Entre 1770 y 1775 vivió en Vitoria, estudiando su historia local.

Se consagró a los estudios de Jurisprudencia española e Historia vascongada y castellana.

Muchos eruditos, sin embargo, se aprovecharon de sus investigaciones sin llegar a agradecérselo; ayudó a Enrique Flórez y a Manuel Risco en su España sagrada, a Liciniano Sáez, a Francisco Cerdá y Rico y a su admirado Francisco Méndez, entre otros; este último declara que su Tipografía española se debe casi enteramente a él y que Joaquín José de Landázuri y Romarate le plagió su Historia de Álava en seis volúmenes.

Sin embargo, su juicio sobre el verdadero valor de algunos autores de la literatura castellana resultó muy acertado y en otras materias que tocó.