Promoción de enfermedades

Promoción de enfermedades (en inglés disease mongering, y también traducida como tráfico de enfermedades) es una expresión recientemente introducida en la literatura médica, que se refiere al esfuerzo que realizarían las compañías farmacéuticas por llamar la atención sobre trastornos o enfermedades frecuentemente inofensivas con objeto de incrementar la venta de medicamentos mediante campañas publicitarias, visitadores médicos, estudios que intentan medicalizar cualquier dolencia, etcétera.

Los oponentes, por el contrario, opinan que esta práctica sólo conduce a la designación como enfermedades a trastornos que no lo merecen y a la prescripción innecesaria de tratamientos, que el único motivo es la ganancia crematística, y que llega a ser dañina para la salud pública, además de representar un gasto injustificado para los bolsillos privados y para los sistemas públicos de salud[1]​.

El psicólogo William James se refería a ella como «la aberración de la propaganda médica» y declaró en 1894 que «los autores de esos anuncios deberían ser tratados como enemigos públicos, y no recibir cuartel».

[3]​ Desde hace décadas las compañías farmacéuticas invierten más en marketing, que en ningún otro capítulo de gastos.

[6]​ Hay cinco estrategias conocidas:[7]​[8]​[9]​ La forma que toma la promoción de las ventas farmacéuticas es a menudo las «campañas de concienciación sobre enfermedades (disease awareness)» que normalmente pasarían inadvertidas.

Portada del monográfico publicado en PLoS - Medicine
La enferma imaginaria ( Le Malade imaginaire ) grabado de Jean-Michel Moreau.