Ley de beneficios inversos

La ley de beneficios inversos dice que la relación entre beneficios y daños de un nuevo medicamento tiende a ser inverso al esfuerzo comercial del marketing para promover la introducción de dicho medicamento.

[1]​ Es decir, a menos calidad requiere más propaganda; o, a menor seguridad para el paciente, más propaganda para el medicamento.

La ley de beneficios inversos, enunciada por dos estadounidenses Howard Brodly y Donald Light, pone de relieve la necesidad de una investigación comparada de la efectividad y de otras reformas, para mejorar la prescripción basada en pruebas.

[2]​ La ley se manifiesta a través de seis estrategias básicas de marketing: Se debe tener en cuenta el grave daño que pueden hacer los nuevos medicamentos, muchas veces inesperados.

Por ello en Worst Pill, Best Pill[3]​ recomiendan dejar pasar diez años antes de prescribir los nuevos fármacos, salvo que sean novedades "salvadoras".

Marketing farmacéutico.
Relación beneficio-daño