Inteligencia sanitaria

[2]​ La combinación de información, conocimiento y experiencia para seleccionar cursos de acción (juicio, criterio, aptitud) genera inteligencia cuando es específica para cada contexto y accionable como para aspirar a impactar sobre el comportamiento del receptor.

Lo que a menudo se considera imposible en un determinado centro resulta factible en otros.

También necesitamos contribuir a que el sistema sanitario desarrolle herramientas donde tal inteligencia pueda operar.

[6]​ Impulsar la innovación en el sector sanitario resulta hoy una obligación necesaria para dar respuesta a los dos grandes desafíos: mejorar la calidad de la asistencia y reducir los costes operacionales.

Debe dar una correcta interpretación al curso actual de los hechos y, según su tendencia, prevenir acontecimientos futuros.

Se necesita un estudio más detallado y riguroso de las prioridades a nivel local.

La economía puede ser un activo valioso para el establecimiento de prioridades y ya se ha filtrado en la jerga utilizada por los gestores, pero todavía debe realizarse el salto a la adopción de estos conceptos en la práctica.