La osteopenia (término en desuso)[1] es una disminución en la densidad mineral ósea, que puede ser una condición precursora de osteoporosis.
Sin embargo, no todas las personas diagnosticada de osteopenia desarrollarán osteoporosis.
El riesgo de fractura no viene determinado solo por la masa ósea, sino que otros factores predisponentes (edad, tratamientos, enfermedades previas, antecedentes personales y familiares, etc.) pueden tener la misma o mayor potencia en la incidencia de fractura sobre el sujeto que los padece, sin necesidad de una masa ósea baja.
[3] Atendiendo a las causas que producen la pérdida de masa ósea, se clasifica como primaria o involutiva y secundaria.
Las mujeres, especialmente las caucásicas y asiáticas, tienen una menor masa ósea que los hombres.
Entre ellas, las más comunes son la enfermedad celíaca sin reconocer ni diagnosticar, debido a que cursa frecuentemente sin síntomas digestivos o asintomática y con pruebas analíticas de anticuerpos negativas;[5][6] la sensibilidad al gluten no celíaca sin tratamiento;[5] la gammapatía monoclonal de significado incierto; la insuficiencia renal; la diabetes mellitus; y la acidosis tubular renal.
[11] Véase: Diagnóstico de la osteoporosis Emplear únicamente medidas preventivas podría no ser suficiente.