Estas autoridades supervisaban, entre otras cosas, la realización de los sacrificios ofrecidos regularmente en el santuario.
[4][5] Era también el lugar donde se celebraba el sacrificio hecatombe, que formaba parte del programa de los Juegos Olímpicos.
Además de ser su residencia permanente, tenían lugar sus reuniones deliberativas o ejecutivas.
Al margen del banquete oficial que tenía lugar en el gran comedor o Hestiatorio, había también otra sala más pequeña para uso diario y que probablemente serviría de comedor habitual de los atletas inscritos para participar en los juegos.
[1] La entrada estaba formada por un pórtico de cuatro postes y un vestíbulo en el lado sur.
[4][5] En la fachada norte había una columnata, espacio para la celebración de los grandes banquetes oficiales.