Se trata de una prefectura apostólica latina, inmediatamente sujeta a la Santa Sede.
[3] En el período de 1966 a 1976 la Revolución Cultural se ensañó especialmente contra la religión, destruyéndose numerosas iglesias y cesaron todas las actividades religiosas en la diócesis.
A finales de los años 1980, Liu Guandong fundó la Conferencia Episcopal China en comunión con Roma (por lo tanto, no reconocida legalmente).
La reacción del régimen fue inmediata: Pietro Liu fue detenido y conducido a un laogai, donde cumplió tres años de detención.
[4] El obispo titular seguía siendo Pietro Liu Guandong, quien mantuvo la Iglesia local en comunión con Roma hasta 1996.
Después de él, la Santa Sede ya no nombró ningún obispo titular.
[10] Debido a la situación particular de la Iglesia católica en China, la Santa Sede no nombra obispos para las diócesis chinas, que son sedes oficialmente vacantes incluso en presencia de obispos reconocidos por Roma.