La precesión apsidal se considera positiva cuando el eje de la órbita gira en la misma dirección que el movimiento orbital.
Por comparación, la precesión debido a perturbaciones debida a otros planetas del Sistema Solar puede rondar los 532'' por siglo, mientras que la contribución por el achatamiento del Sol (momento cuadripolo) causa una contribución mínima de 0,025'' por siglo.
[7][8] Para mecánica clásica, si las estrellas y planetas son considerados masas esféricas puras, entonces obedecerían a la ley de la inversa del cuadrado 1/r2, relativa a la fuerza por la distancia y por tanto ejecutar órbitas elípticas cercanas de acuerdo con el teorema de Bertrand.
Estos abultamientos rotacionales o mareales crean campos gravitacionales cuadripolos 1/r3 que afectan a la precesión orbital.
La buena aproximación resultante por el abultamiento mareal es útil para entender el interior de esos planetas.
[9][10] Newton derivó un teorema temprano que intentaba explicar la precesión apsidal.
En cien años, Mercurio da aproximadamente 415 revoluciones alrededor del Sol, y así, en ese tiempo, el perihelio apsidal debido a efectos relativistas es aproximadamente 43″, que corresponde casi exactamente a la parte previamente inexplicada del valor medido.