Posesión (arquitectura)

De este modo, «el rafal del señor Gaspar Dureta» y «el rafal de mossen Ferrando Moix dicho La Taffoneta» dieron lugar a dos fincas o posesiones conocidas como Son Dureta y Son Moix.

Son está presente en textos desde el siglo XV, que fue cuando las denominaciones de origen catalano-aragonés sustituyeron a las islámicas.

Se utiliza para denominar edificios, es por ello que es muy frecuente en los núcleos urbanos, pero al ser la posesión un complejo rural destinado a la explotación agraria donde las construcciones tienen una función secundaria y en muchos casos no actúa como residencia, su uso es muy escaso.

[11]​ En este grupo se sitúan aquellas posesiones cuyo nombre hace referencia a algún elemento de su estructura (Sa Torre, Sa Teulera, Ses Talaies, Es Molí, Malesherbes, Sa Tanca), algún aspecto relacionado con su establecimiento o función (Cañamel, Es Carboneig, Es Pelag, S'Heretat, la Granja de Esporlas) o simplemente un término que guarda relación con el origen u ocupación del dueño (Barcelona, Bañeres, Cas Capitá, Es Monjos, Es Frares).

Sus edificaciones y sus tierras, que comenzaron a explotarse durante la Edad Media, fueron posteriormente parceladas para delimitar las propiedades de cada terrateniente.

Esta estructura socioeconómica se mantuvo vigente y sin apenas cambios hasta el siglo XIX.

[13]​ La propiedad y delimitación de las posesiones mallorquinas se mantuvo con escasos cambios a partir del siglo XVII.

Esta situación hizo que en muchas posesiones se pusiera fin a la actividad agrícola y ganadera.

[39]​ En cambio, Son Forteza habría sido atacada por corsarios durante el siglo XVIII, de ahí su torre con función defensiva.

[41]​ Al propietario de la posesión se le denominaba es senyor (el señor), generalmente solía pertenecer a la nobleza terrateniente.

[42]​ Entre las grandes familias latifundistas se encontraban los linajes tradicionalmente pertenecientes al estamento nobiliario mallorquín.

Frecuentemente perdían estas tierras y no les quedaba más remedio que integrarse en el grupo de jornaleros.

[18]​ Además permitía el acceso a las construcciones ganaderas y las de almacenaje como la tafona, el celler o el molino.

[45]​ En algunos casos, se van adosando en sentido longitudinal al cuerpo principal, lo que da lugar a una posesión de planta rectangular y alargada con un corredor en la parte delantera.

Generalmente, en ese muro suele situarse el portal forà o entrada principal, que comunica las casas con el exterior.

Sin embargo, existen posesiones, como Bendinat o Son Macia, que desde un primer momento ya contaron con patios interiores cerrados.

Paralelamente, en aquellos espacios que no constituyen estancias propiamente destinadas a la vivienda pueden apreciarse portales construidos mediante el sistema arquitrabado cuyo dintel estaría formado por una clave pétrea o por traviesas de madera.

Otra posibilidad es decorar las fachadas con vértices romos incrustados en los fragmentos encalados, que configuran formas geométricas o imágenes figurativas.

Por otro lado, existen una serie de posesiones que, debido a su planta en U o en L, cuentan con un patio abierto.

[60]​ Como ya se ha mencionado, es común contar con un cuerpo principal, más amplio que el resto, de hasta tres plantas.

En caso de que hubiese una tercera planta, comúnmente conocida como porxo, solía destinarse a almacén o a residencia para el servicio femenino de la casa; normalmente las mujeres eran separadas del servicio masculino para evitar que mantuvieran relaciones entre sí.

Solía estar formada por la cocina, compuesta por una gran chimenea de obra situada en el centro y con el suelo delimitado mediante el empedrado para facilitar su limpieza.

Por otra parte, existen algunos oratorios que se encuentran adosados a la fachada principal, donde el acceso se sitúa en el exterior del conjunto, pero puede darse el caso también de que la capilla sea una edificación independiente, como ocurre en la posesión llummayorense de Sa Torre.

En ocasiones, conservan aspilleras y matacanes, mientras que en otros casos se han añadido elementos inspirados en el periodo medieval, como almenas dentadas o ventanas geminadas,[Nota 10]​ en reformas posteriores.

Se llegaba a su interior mediante una escalera de madera o un tablón que actuaba como puente desde la edificación principal u otro cuerpo próximo.

Una vez que todos los habitantes de la posesión se hubieran resguardado en su interior, dicho acceso sería destruido.

Debido a la rudeza de sus tierras, la actividad agrícola era bastante básica, olivos, algarrobos, almendros y cereales.

Las posesiones se encontraban la mayoría de las veces situadas en el mismo inmueble que la del payés, aunque sus límites estaban bien definidos.

Los menús habituales consistían en platos elaborados con las materias primas más asequibles, como el pa amb oli (pan con aceite), las sopes (sopas escaldadas), el frito mallorquín (fritura de patatas con hígado, pimientos e hinojo) y otros platos de la denominada «comida pobre» en la que verduras y cereales eran sus principales ingredientes.

Cada familia solía fabricarse su propio jabón con las cenizas que obtenían quemando cáscaras de almendra, con la cual elaboraban lejía virgen.

Fachada principal de la posesión Son Reus.
Posesión Barcelona. Se trata de uno de los casos en el que el nombre de la posesión no proviene del añadido de la partícula son al nombre del propietario.
Entrada a las casas de la posesión Aireflor de Sancellas.
Tierras vinculadas a la posesión Son Roig.
Patio interior de la posesión Son Bibiloni.
Posesión Cosconar, en el interior de una montaña.