El actual Diario de Mallorca es la cuarta publicación que ostenta esta cabecera, los periódicos anteriores surgieron en 1808, 1874 y 1900.
Recogía así el legado de dos periódicos que habían tenido una fuerte incidencia social.
Esta conjunción de una idea católica, moderada pero al mismo tiempo liberal y respetuosa con los derechos fundamentales, caracterizó su estilo desde los primeros días.
En general, los años 50 estuvieron dominados por la guerra civil y el miedo permanente a un conflicto nuclear entre EE. UU.
El crecimiento turístico producía una sensación de éxito y prosperidad que se contagió a las informaciones.
Esta actualidad amable y optimista coincidió, además, con el cambio de propietario La Editorial Mallorquina pasaba por serias dificultades para seguir adelante con la publicación y en 1963 se vio obligada a reducir el formato a la mitad debido al encarecimiento del papel.
Pero en 1966 se constituyó Editora Balear, presidida por Francisco Salva, lo que supuso numerosas mejoras como campañas publicitarias y la adquisición de nueva maquinaria y furgonetas para el reparto.https://www.linkedin.com/company/968453/ Tras la jubilación de Antonio Sabater, que continuó colaborando en el periódico sobre todo en las secciones de agricultura y ganadería, tomó su relevo Gaspar Reynés Quintana, quien anteriormente había dirigido La Almudaina hasta su desaparición.
Aumentaba sin cesar la población y la piqueta se llevaba por delante viejos edificios de Palma.
Estuvo rodeado por un equipo, que en buena parte perduraría muchos años, como Xim Rada, Román Orozco, Sebastià Verd, Joana Maria Roque, Jacint Planes o Enrique Merino, entre otros.
Con él también llegó una nueva generación de periodistas, como Carlos Garrido, Jordi Bayona, Jerónimo Blanco o Ginas Garcías, entre otros.
Durante años estuvo al frente del diario, se incorporó una nueva generación de periodistas entre los que destacan Joan Riera, Felipe Armendáriz, Antonio Ruíz o Matías Valles.
Además se incorporaron firmas como las de Gabriel Janer Manila, Carlos Garrido, Gustavo Catalán, Miguel Dalmau o el diplomático Jorge Dezcallar.
En 1966 con la constitución de Editora Balear, el periódico adquirió un aspecto más moderno y desenfadado acorde con los nuevos tiempos: la tristeza grisácea quedaba definitivamente atrás.
Eran temas muy espectaculares que tenían un gran tratamiento gráfico y un estilo rápido e incisivo.
A finales de los 80, el periódico se informatizo para ganar agilidad y modernidad.
Durante la dirección de José Eduardo Iglesias se llevó a cabo una nueva modernización del periódico.
A finales de 2010, se modifica el proyecto gráfico, basado en la Times y la Frutiger.