Los cancilleres de la república durante ese tiempo fueron Efraín Schacht Aristeguieta, Ramón Escovar Salom y Simón Alberto Consalvi.
Continuando con la política exterior que llevaba Venezuela desde 1958, durante ese tiempo el país le abrió las puertas a numerosos exiliados de las dictaduras del Cono Sur, así como se prestó dinero a otros países latinoamericanos.
Según el historiador Tomás Straka, se ha descrito ampliamente que Carlos Andrés Pérez tuvo intenciones de ser líder del llamado Tercer Mundo.
La dictadura uruguaya respondió dándole al embajador venezolano un plazo de 72 horas para abandonar el país.
[8] Las relaciones entre ambos países estuvieron interrumpidas por nueve años, hasta la llegada de la democracia en Uruguay durante 1985.