Entre sus promotores se encontraban Juan Bautista Fuenmayor, Kotepa Delgado, Miguel Otero Silva y José Antonio Mayobre.
[3][4] La obra tuvo una importante influencia internacional; como consecuencia, Leonid Brézhnev, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, declaró a Petkoff como una "amenaza" para el comunismo internacional, junto con el francés Roger Garaudy y el austríaco Ernst Fischer[5][6](quienes, al igual que Petkoff, eran parte de los comités centrales de los partidos comunistas de sus respectivos países y publicaron obras ese año condenando la invasión y denunciando al comunismo soviético por antidemocrático y antihumanista).
[11] Sin embargo, el embajador Burelli Rivas se había vuelto incómodo para la gestión de Leonid Brézhnev.
[12] La embajada venezolana se vio involucrada en un incidente diplomático concerniente a unas obras artísticas pertenecientes a pintores disidentes que, según con el gobierno soviético, salieron fuera del país de manera «irregular».
[9][13] Fuentes occidentales aseguraron que Burelli recibió una comunicación del ministerio soviético del Exterior en el que le concedían 48 horas para abandonar el territorio soviético;[9] en su momento, el departamento de prensa del ministerio soviético de Asuntos Exteriores rechazó que hubiera tenido lugar una expulsión.