Por la noche, retrae parcialmente las vesículas y extiende tentáculos urticantes, de entre 7 a 10 cm, para alimentarse.
[1] Suele encontrarse en cuevas protegidas y grietas, donde crece en caras verticales o bajo salientes.
Es especie nativa de Arabia Saudí; Australia; Birmania; Camboya; Comoros; Islas Cook; Egipto; Eritrea; Filipinas; Fiyi; Guam; India; Indonesia; Israel; Japón; Jordania; Kenia; Kiribati; Madagascar; Malasia; Maldivas; islas Marianas del Norte; islas Marshall; Mauritius; Mayotte; Micronesia; Mozambique; Nauru; Nueva Caledonia; Niue; Palaos; Papúa Nueva Guinea; Polinesia Francesa; Reunión; Samoa; Samoa Americana; Seychelles; Singapur; islas Salomón; Somalia; Sri Lanka; Sudán; Taiwán (China); Tanzania; Tailandia; Tokelau; Tonga; Tuvalu; Vanuatu; Vietnam; Wallis y Futuna; Yemen y Yibuti.
[8] Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días.
En su interior contienen agentes bloqueantes de radiación ultravioleta para protegerles durante su fase planctónica.
Una vez asentadas, las larvas se metamorfosean a pólipo, secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, o coralito.
Todos estos factores han creado un efecto sinérgico que disminuye en gran medida la supervivencia y el éxito reproductivo del coral.
La recuperación natural de los corales es un proceso lento, y se dificulta porque hay muchos inhibidores que influyen en su supervivencia.
Por otro lado, las enfermedades coralinas han emergido como una seria amenaza para los arrecifes de coral en todo el mundo y una causa mayor para el deterioro de los mismos,[17] habiéndose incrementado notablemente en la última década.