Pintoresquismo musical

El Pintoresquismo musical es una corriente dentro de la música clásica, y más concretamente dentro del movimiento romántico nacionalista, vinculado a la recuperación de aires y melodías propias de la tradición popular española, y especialmente andaluza, que se desarrolla a partir de mediados del siglo XIX.

Dentro de la corriente general, podemos distinguir dos vertientes principales:[1]​ La última de las corrientes citadas es, precisamente, la que tiene más impacto en el mundo musical europeo, hasta el punto de que la tendencia orientalista acaba identificándose con Andalucía.

Son numerosos los autores españoles que desarrollaron su trabajo bajo este planteamiento: Miguel Carreras (Al pie de la reja), José Espí y Ulrich (Junto a la reja), José María Echeverría (Serenata española), José María Benaiges (Zambra), Gaspar Espinosa de los Monteros (Moraima), Pedro Miguel Marqués (Sinfonía nº 3), Antonio López Almagro (El Thader), etc. Dentro de esta corriente se enmarca el alhambrismo, que es el compendio total entre las tendencias populistas antes citadas y el revival neo-árabe, como consecuencia del carácter simbólico de la Alhambra, "doblemente romántica por su origen medieval y oriental".

Este movimiento se extendió a la pintura (Henry Regnault -"Execution à Grenade" , 1869- o Jenaro Pérez Villaamil) y a la arquitectura (Narciso Pascual y Colomer, Emile Boeswillwald, Enrique Fort, etc.).

[5]​ Este alhambrismo musical se caracteriza, siguiendo a Ramón Sobrino,[6]​ por varios elementos: