Ahí estudió en la Juilliard School desde 1960, teniendo como maestro a Antony Tudor, bajo cuya dirección bailaría por primera vez en el Metropolitan Opera Ballet.
Al año siguiente continuó sus experimentos con la danza escénica mezclada con ópera, cuyos resultados fueron las presentaciones de Iphigenia in Tauris y Orpheus and Eurydice.
Sus otros trabajos con Borzik incluyen una larga lista de obras, entre las que se cuentan Bluebeard – While listening to a tape recording of Béla Bartók´s Opera, Duke Bluebeard´s Castle (1977), Come dance with me (1977), Renate inmigrants (1977), Café Müller (1978; su trabajo más conocido, definido como una pieza melancólica en la que los bailarines interpretan la sensibilidad humana en un escenario repleto de sillas y mesas que actúan como obstáculos); Kontakthof (1978), Arien (1979; el escenario es un piso de agua caliente) y Legend of Chastity (1979).
Sus trabajos posteriores incluyen Bandoneón (1980), Walzer (1982), Carnations (1982; el escenario está compuesto por un piso de flores sobre el que los bailarines realizan la coreografía), On the mountain a cry was heard (1984), Two cigarrets in the dark (1985), Viktor (1986), Palermo, Palermo (1989), A tragedy (1994) y Danzón (1995).
Pedro Almodóvar, en Hable con ella (2002), realizó una cita-homenaje a Café Müller, que funciona como pieza clave del argumento.
En 2009, Bausch comenzó a colaborar con el director y documentalista Wim Wenders para la realización de una película sobre la compañía en formato 3D.
Borzik muere en 1980, y tiempo después Pina conoce al poeta chileno Ronald Kay, con quien tendrá su único hijo, Ralf Salomon, en 1981.
Fue una fumadora empedernida: en los registros visuales que muestra la película Pina, de Win Wenders, se la puede ver siempre con un cigarrillo, fumando.