En tiempos medievales, los espaderos de Solingen acuñaron su imagen al pueblo y se ha conservado hasta nuestros días.
En Solingen se fabrican el 90 % de los cuchillos y navajas del país.
Solingen fue mencionada por primera vez en el año 1067, por un cronista que llamó al área: "Solonchon".
Las espadas de Solingen se han hecho presentes en los reinos anglo-sajones y las islas británicas.
Hoy en día, Solingen sigue siendo la capital de la cuchillería alemana.