Phoenix dactylifera, de nombre común palma (o palmera) datilera/datilero, palma común, fénix o támara,[1] es una palmera cuyo fruto comestible es el dátil,[2] probablemente oriunda del suroeste de Asia.Las semillas son elipsoidales subcilíndricas rugosas, de 2-3cm por 0,5-1cm, con un surco lateral en el epispermo pétreo que encierra un endospermo homogéneo no ruminado.Los hoyos deberán tener unas dimensiones lo suficientemente amplias en anchura y profundidad como para acomodar todo el sistema radicular.La base del tronco debe quedar a la misma altura a la que estaba anteriormente o ligeramente más enterrado, se afirmará bien el suelo alrededor del cepellón y se dará inmediatamente un abundante riego.En los palmerales cultivados se tiene un pie masculino por cada 25 pies femeninos, para asegurar la fecundación, pues si no hay que recurrir a la polinización artificial.Se cosecha una pequeña cantidad de dátiles en la etapa "Khalal" (madurez parcial) que son amarillos o rojos (dependiendo del cultivar), pero hay muchos consumidores quienes los consideran astringentes (alto contenido de taninos).Se realiza en laboratorios especializados en Elche donde está la mayor producción de dátil in vitro del mundo con dos variedades como la Medjool que es africana y la confitera que es originaria de Elche, aunque desde 2013 la Estación Phoenix no está operativa y no se producen nuevos ejemplares.[13] En África del Norte, las hojas se utilizan comúnmente para la fabricación de cabañas.Las semillas molidas se mezclan con harina para hacer pan en tiempos de escasez.Tradicionalmente las flores femeninas son los más disponibles para la venta y con un peso de 300-400 gramos.Los botones de las flores se utilizan en ensalada o base con pescado seco para hacer un condimento para el pan.En la tradición cristiana las hojas representan la paz y recuerdan la entrada de Jesucristo en Jerusalén.Los primeros registros de esta planta en la península se remontan a la Edad del Bronce.A día de hoy prácticamente todos los municipios a orillas del mar mediterráneo y ambos archipiélagos de España poseen palmeras datileras en sus avenidas, parques y jardines, aunque existen ejemplares ornamentales en todo el país.[18] Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida en las Islas Canarias su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.