Pedro Gutiérrez Bueno (1745 - Madrid, 1826) fue un químico y farmacéutico español con destacadas obras de enseñanza de la química a finales del siglo XVIII y primeros del XIX.
Desde sus primeras obras, en las que mantenía los viejos principios flogísticos, evoluciona hasta aceptar las nuevas teorías químicas, de las que Lavoisier se convirtió en autor preeminente.
Todo ello muestra que los trabajos de química de Gutiérrez Bueno se extendían más allá de los posibles usos médicos de esta ciencia, incluyendo numerosos asuntos relacionados con lo que, en esos años, se denominó química aplicada a las artes, al igual que hicieron otros médicos o farmacéuticos de ese período, y que se centraron en distintas actividades industriales relacionadas con la química.
Entre sus amigos estuvo el también ilustrado Leandro Fernández de Moratín, que le llamaba por su nombre latinizado (Petrus Bonus), y a su hija por su nombre afrancesado (Toinette).
Aunque la primera edición de 1788 era poco más que una adaptación de las voces francesas para facilitar la expresión química en castellano, futuras ediciones como la de 1801 incluyeron algunos aspectos más críticos y los nuevos principios químicos fundamentales, así como la incorporación del sistema métrico decimal y su adaptación al sistema de pesos y medidas español.