Refugiado primero en Portugal, se esconderá luego en Canarias junto a sus padres.
No obstante, Pedro logrará huir y regresar secretamente a Sevilla, donde se acoge a sagrado en el monasterio de San Jerónimo de Buenavista.
Beatriz demandaba la validez de un mayorazgo que incluía todas las islas creado por Inés en 1488 a favor de Hernán, mientras que los hermanos Herrera-Peraza alegaban que dicho mayorazgo había sido anulado por el último testamento de su madre, que les había cedido a ellos la posesión de Lanzarote y Fuerteventura.
A los primeros por considerarse con mejor derecho al ser el hijo mayor, pidiendo que las islas se consideraran bienes partibles y se le adjudicase el quinto de la herencia.
[14][15] Pedro García de Herrera murió probablemente en su ciudad natal hacia el año 1532.
Este matrimonio, que no tuvo descendencia, terminó abruptamente al asesinar Pedro a su mujer en 1477.