[2] Tuvo una precaria educación formal por las dificultades económicas de su familia, educación que abandonó a los 15 años para trabajar como comerciante, ya que su padre quedó en la miseria cuando sus contactos políticos le dieron la espalda una vez llegar al poder.
Pese a ese panorama, López fue educado primero por su padre y luego en una escuela para hijos de comerciantes.
[3] De acuerdo con sus propias memorias, López llegó al puerto Honda (Tolima) en 1871 para ocupar cargo ejecutivo en una de las primeras industrias creadas en la región, propiedad del rico industrial Silvestre Samper Agudelo, hermano del político Miguel Samper Agudelo.
También logra incrementar su fama dentro de Colombia, estableciendo contactos comerciales en Neiva y Medellín.
Según Latorre (1961), la decisión de la familia de salir del país se debió a que Alfonso, el hijo mayor del matrimonio estaba involucrado en asuntos políticos que lo dejaron metido en problemas con personas peligrosas.
[5] Como miembro del liberalismo, López apoyó la candidatura presidencial de su hijo Alfonso, quien fue elegido presidente para 1934.
Pedro Aquilino López Medina era hijo del artesano y activista político Ambrosio López Pinzón y de Felisa Medina Morales, siendo el segundo de cinco hijos.
[4] Rosa, a su vez, era nieta del influyente político conservador José Domingo Pumarejo, quien fue testigo de la proclamación del candidato José Hilario López como presidente de Colombia, evento al que también asistió, curiosamente, Ambrosio López.
Se cuenta que López, aprovechando su cercanía con Silvestre Samper, le solicitó apoyo para iniciar su primera empresa de exportación, pero Samper le negó el apoyo, considerando más importante el trabajo.
Con Isabel, Pedro pasó sus últimos años de vida y tuvo a sus últimos hijos, Santiago y Elisa López Smith[3] Pedro Aquilino López Medina fue padre de Alfonso, Eduardo, Miguel, Pedro Nel, Paulina, Rosario, Sofía y María López Pumarejo.
[2] La actual sede del Ministerio de Agricultura se encuentra en el edificio Pedro A. López.
Fue construido por el arquitecto inglés Robert Farrington y en su inauguración, en 1920, se consideró el más grande e importante de la ciudad.