Es un parque regional que se extiende de norte a sur a lo largo del Jarama, en donde predominan las llanuras de ribera y algunos cerros, pero la riqueza natural de este espacio reside en las fértiles llanuras cerealistas, los cortados y cantiles yesíferos de los cerros, los sotos y riberas de los ríos y en los numerosos humedales y lagunas.
Con esta decisión se daba el primer paso para aportar respaldo legal a la voluntad de recuperar y proteger la zona del Jarama.
Situada entre el río Manzanares y el río Jarama, se han realizado trabajos de restauración que han permitido recuperar el medio natural de los sotos y riberas del valle bajo del Jarama.
La fauna más característica del espacio es: La flora más abundante son las especies propias del encinar manchego, los matorrales gipsícolas, los bosques de ribera y los cañizares.
El Parque es un ejemplo de vegetación propiamente mediterránea, con especies esteparias que soportan muy bien la sequía y la salinidad de la tierra.