Paralelismo (filosofía)

En filosofía, el paralelismo psicofísico o psicofisiológico es la tesis según la cual los fenómenos psíquicos y físicos constituyen dos series sin vínculo causal entre sí, pero entre las cuales es posible establecer relaciones de correspondencia.

En la versión leibniziana del paralelismo, es Dios quien, originalmente, reguló la concordancia entre, por un lado, la serie de «causas eficientes» que modifican los cuerpos y, por otro, la serie de «causas finales» que modifican los estados del alma.

Este paralelismo fue luego restringido a la relación entre el cerebro y la mente por fisiólogos decimonónicos como Wilhelm Wundt, y se convirtió en una tesis cercana al materialismo, ya que los acontecimientos físicos se consideran más reales que sus contrapartes mentales, que sólo ocurren bajo la condición de una determinada actividad cerebral.

Con esta forma restringida de paralelismo se ha roto la igualdad ontológica: todos los acontecimientos mentales corresponden con acontecimientos físicos pero, de ahora en adelante, lo contrario ya no es verdadero.

Esta respuesta rara vez se adopta como tal hoy en día, pero filósofos tan notables como Thomas Nagel o David Chalmers defienden su relevancia y se inclinan a su favor.