Papel de la mujer en la Primera Guerra Mundial

Sin embargo, tuvo un patrón estándar: en mayor o menor medida, las mujeres ingresaron al ámbito de producción industrial, recibieron una compensación económica por su trabajo y fueron agentes fundamentales para la actuación de las naciones en la Primera Guerra Mundial; oportunidad novedosa para ellas.

Miles sirvieron en las fuerzas armadas en funciones de apoyo, por ejemplo, como enfermeras, pero en Rusia algunas estuvieron en el combate.

[1]​ Si bien este venía con un ritmo álgido, con organización internacional, encuentros de gran escala, demandas estructuradas y un panorama de futuro próspero (por ej, en Francia se estipulaba el voto municipal para las mujeres en 1916); el conflicto armado significó una importante pausa a esta tendencia.

Marcaron a toda una generación que experimentó novedosas oportunidades, pero luego hubo un esfuerzo activo de retroceder en este camino.

[1]​ Debido a la expectativa de una guerra corta, los estados beligerantes rechazan las propuestas femeninas que en algunos casos llegaban al enlistamiento militar.

[4]​[5]​ Durante la Guerra, prácticamente no hubo presencia femenina en las Fuerzas Armadas Canadienses, con la excepción de 3141 enfermeras que sirvieron tanto en el extranjero como en el frente interno.

[6]​ De estas mujeres, 328 habían sido condecoradas por el rey Jorge V, y 46 dieron sus vidas en el cumplimiento del deber.

[6]​ En el frente interno canadiense, había muchas maneras que las mujeres pudieran participar en el esfuerzo de la guerra.

Debido a que los días consistían en largo trabajo monótono, muchas mujeres escuchaban canciones populares para pasar el día y aumentar la moral.

Estas mujeres fueron desmovilizadas rápidamente cuando cesaron las hostilidades, porque los Cuerpos de enfermería del ejército uniformado y la Marina se convirtieron una vez más en exclusivamente masculinos.

[16]​ En su mayoría se desempeñaron como enfermeras en el Queen Alexandra's Imperial Military Nursing Service (QAIMNS), la First Aid Nursing Yeomanry (FANY), Voluntary Aid Detachment (VAD); y desde 1917, en el ejército, cuando la Queen Mary's Army Auxiliary Corps (WAAC), fue fundada.

[20]​[21]​ Un papel fundamental consistía en hacer proyectiles, armas, explosivos, aeronaves y otros materiales que suministraban al frente.

[25]​ Contó con "Batallones femeninos" que combatieron pero fueron disueltas antes del fin de año por no proporcionar el valor propagandístico esperado.

El cartel mostraba un atractivo sentimental y romántico cuando la realidad de la situación fue que muchas mujeres soportaron penurias extremas cuando sus maridos se alistaron.

Se esperaba que los hombres, por otro lado mostrados activos e inteligentes, debían proveer a sus familias.

La mujer en este cartel particularmente persuasivo, es representada como alegre y hermosa, asegurando que su deber patriótico no reducirá su feminidad.

[29]​ La publicidad sobre atrocidades a mujeres y niños ya había sido visto con anterioridad, pero la particularidad de su uso durante este período reside en la difusión a una escala masiva, nunca vista con tales dimensiones, utilizando la violencia de género como método para justificar políticas militares.

Aquí se redacta los crímenes cometidos a mujeres, hombres y niños inocentes, por parte del ejército alemán, al pueblo Belga, en su invasión.

La publicidad británica, logró ocupar espacios que iban por fuera de los diarios, alcanzando nuevos escenarios, como el musical, a través del music hall.

[29]​ A medida en que lo personal fue convirtiéndose en político, el caso de Bélgica ofrecía un claro ejemplo para explicar la acción militar en términos privados y sexuales.

La intención de los aliados publicistas era intervenir para prevenir que sucedieran nuevas brutalidades contra los no combatientes inocentes.

En este sentido, los publicistas británicos jugaron hábilmente con el sentimiento humanitario para elevar el bienestar de la población civil.

Sin embargo, su empoderamiento como consecuencia de su contribución a la Gran Guerra fue decisivo para su obtención”, señalan los investigadores.

Esto también sustenta la idea de que el país no participó en la Gran Guerra directamente pero se vio involucrado ideológicamente, con sus consecuencias negativas y positivas, como en el caso del sufragio femenino.

Su libro, titulado Sapper Dorothy Lawrence: The only english woman soldier, no llegó a tener la acogida que esperaba.

Edith Cavell fue una enfermera que formó parte de la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial.

Su padre, un reverendo llamado Frederick Cavell, inculcó en sus hijos el amor al prójimo y la necesidad de ayudar a los más necesitados.

Nada más se sabe de ella hasta 1913, cuando su hermano fue llamado a filas para luchar contra Bulgaria en la segunda guerra balcánica.

Informado su oficial del engaño, decidió perdonarla por el valor mostrado en el campo de batalla y le ofreció seguir como enfermera.

Durante 5 años no habría tregua para Serbia ni para la sargento Milunka, todavía no había transcurrido un año de la derrota de los búlgaros en las Guerras Balcánicas cuando estalló la Primera Guerra Mundial… y Milunka seguiría demostrando su valor.

Mujeres alemanas en 1917, trabajando como asistentes a los esfuerzos de guerra
Mujeres trabajando en una fábrica de máscaras de gas en Ginebra , Suiza
Imagen de mujeres en la Primera Guerra Mundial
Dorothy Lawrance
Dorothy Lawrance haciéndose pasar por soldado.
Retrato de Edith Cavell
Enfermera Edith Cavell en Bruselas. 1915
Milunka Savic
Sello Serbio con la cara de Milunka Savic.