Cavell, que tenía 49 años cuando fue ejecutada, fue una pionera de la enfermería moderna en Bélgica.
[1] En 1907, el doctor Antoine Depage la reclutó para convertirla en enfermera jefe del Instituto Berkendael.
En octubre de ese año Depage fundó L'École Belge d'Infirmières Diplômées, confiándole la dirección a Cavell.
[2] Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, la escuela y el Instituto quedaron en manos de Cruz Roja, cuyo presidente era Depage.
[3] Al invadir los alemanes Bélgica, se ordenó que todos "los heridos peligrosos o sospechosos" fueran sacados del hospital.
Los Estados Unidos, que aún no habían entrado en la contienda, ejercieron presiones diplomáticas.
El embajador español aconsejó que su cuerpo fuera inhumado rápidamente en el cementerio habilitado en el mismo lugar de la ejecución.