Se encargó el proyecto de reforma del palacio a Ventura Rodríguez, pero la familia abandonó el palacio dos años después por roces con la población, por lo que el proyecto no se llevó a cabo.
Presenta un aspecto fortificado, fruto de las tendencias románicas militares que inspiraron su diseño original.
Estas están presentes en el antepecho sobre matacanes, en las almenas de la fachada norte, en las garitas y en las troneras de orbe dispuestas sobre el citado antepecho, elementos, todos ellos, instalados con fines ornamentales.
En el siglo XVI fue levantada una zona ajardinada de estilo español, colindante al edificio.
Presentan un trazado hipodámico e integran elementos decorativos como columnas y doseles de granito.