Las vistas de este palacio están orientadas hacia la Bahía del Abra, donde desemboca la ría de Bilbao y su emplazamiento, tamaño, riqueza, calidad arquitectónica y ambiental, lo convierten en uno de los edificios más conocidos y representativos de la arquitectura vizcaína del primer tercio del siglo XX.
Así, en este mismo promontorio, destacan el Palacio Lezama Leguizamón, obra del arquitecto José María de Basterra; el Palacio Ampuero, diseñado en 1928 por el arquitecto Manuel María Smith, a petición del empresario y político José Joaquín Ampuero del Río y su familia; o el Palacio Mudela.
En esta zona nos encontramos con todo una riquísima variedad de estilos arquitectónicos, que van desde el neo-vasco hasta el regionalismo neo-montañés, pasando por el neo-medievalismo.
[3]Entre otras, esta familia estuvo vinculada primero con Altos Hornos de Bilbao y posteriormente, al fusionarse esta con la Sociedad Anónima de Metalurgia y Construcciones La Vizcaya, con Altos Hornos de Vizcaya.
[4] El hotel cuenta con 49 habitaciones, un spa, gimnasio, un campo de croquet, zona wellness y un restaurante.