Croquet

Originado en Languedoc (Provenza, en el sur de Francia) en los siglos XII y XIII, comenzó a desarrollarse verdaderamente a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Inglaterra, a donde llegó en 1851 procedente de Irlanda, país en donde se usó por primera vez, en 1835, la palabra croquet.

Pero son posibles campos de menor tamaño siempre que se mantenga la relación 5 a 4 entre su longitud y su anchura (croquet de jardín) que, aunque no aptos para partidos de competición, sí permiten jugar al croquet familiarmente.

El partido es ganado según sea el caso: En el juego clásico, el ganador debe anotar 26 puntos (12 saltos de arcos y peg, cada bola).

También se puede jugar contra el tiempo: donde el ganador será el jugador que haya anotado más puntos.

La referencia popular más conocida es la de Lewis Carroll, donde crea una versión surrealista del juego en la popular novela infantil Alicia en el país de las maravillas, donde un erizo es utilizado como la bola, un flamenco como mazo y las cartas como los arcos del juego.

Equipo moderno de croquet.
Winslow Homer : Croquet, 1864.
Alicia intenta jugar croquet con flamencos como un mazo.