Sus primeros años los vivió en medio de la anarquía que prevalecía en todo el país.
Aprovechando la guerra civil alemana entre el reclamante Hohenstaufen Felipe de Suabia y el candidato welfo Otón IV, Otakar se declaró rey de Bohemia en 1198.
En 1200 - con Otón IV en ascenso - Otakar abandonó su pacto con Felipe y se declaró por la facción welfa.
Tanto Otón como el papa Inocencio III[4] posteriormente aceptaron a Otakar como rey hereditario de Bohemia.
Este documento reconoce a Otakar y sus herederos como reyes de Bohemia.