Aunque el historiador bizantino Zósimo le atribuya origen egipcio esta palabra debe ser entendida como mago, sacerdote o sabio.
Asistió al Concilio de Elvira en Hispania, entre cuyas firmas aparece en undécimo lugar.
Famoso por su prudencia y dotes políticas, acompañó al emperador Constantino a Milán en el año 313, y parece ser que influyó en la redacción del Edicto de tolerancia religiosa que el Emperador proclamó en ese lugar.
La relación con Constantino fue muy profunda y se considera que fue Osio quien lo catequizó y llevó al bautismo, celebrado, curiosamente, por el antiguo obispo arriano Eusebio de Nicomedia en el momento de su muerte.
Participaron 318 obispos presididos por el mismo Osio, que firmó el primero tras los delegados del papa.
[5] La Iglesia ortodoxa[6]lo venera como santo confesor, y celebran su fiesta el día 27 de agosto.
[7][8][9] Durante el siglo XIX múltiples investigaciones comprobaron que los rumores sobre su relación con el arrianismo no tenían sustento.