Con estas aleaciones se elaboraron adornos como narigueras, orejeras, pectorales y diversas formas humanas y animales de gran contenido simbólico, las cuales marcaron una diferencia con respecto a las tradiciones de las otras áreas del continente.
En estas regiones, habitaban sociedades agrícolas que practicaban agricultura intensiva basada en el cultivo de tubérculos, maíz y curcubitáceas.
Para estos dirigentes, los artistas elaboraban objetos de uso ceremonial y ornamentos que los distinguían en dichos cargos.
Las sociedades autóctonas de esta época, más avanzadas que las del periodo previo, contaban con una mayor producción agrícola y eran arquitectónicamente más complejas, poseían territorios específicos, con varias aldeas constituidas bajo el mando de un centro ceremonial central.
Se han identificado estilos particulares entre distintos grupos de objetos según las diferentes regiones geográficas y culturales.
En el actual territorio de Costa Rica se han establecido tres regiones arqueológicas, basándose en criterios geográficos y culturales.
[12] Los objetos de oro producidos en la Gran Nicoya son semejantes a los elaborados en las regiones central y sureste del país, aunque en tamaños más pequeños.
El principal motivo es la figura humana, la cual generalmente se adorna con elementos propios de la cerámica y la piedra.
Las figuras de aves con las alas extendidas y la cola triangular son muy similares a las foráneas observadas en el periodo anterior.
Se realizaba una terraza sobre la que caía la arena removida de la orilla o fondo del río.
El material era lavado en un recipiente realizando movimientos giratorios y sacudidas, hasta que aparecieran las pepitas o el polvo de oro.
Esta técnica fue utilizada también por los conquistadores españoles y sigue siendo usada en la actualidad para la extracción de oro en forma artesanal.
Los orfebres tomaban la pepita de oro y la extendían golpeándola en los bordes, aplastándola desde el exterior hacia el interior para ir alargando el metal.
Una vez recubierto, el molde se ponía a secar durante varios días para eliminar la humedad de la arcilla.
Al sacar los objetos de su molde, estos tenían una apariencia rugosa, debido a la textura proporcionada por la arcilla.
Los animales, como espíritus auxiliares del chamán, lo vuelven intermediario entre las fuerzas naturales y el grupo humano que era afectado por ella (pestes, adversidades climatológicas, guerras).
Esta ave solía poblar en grandes cantidades el bosque húmedo tropical de Costa Rica.
Las figuras de águilas se utilizaron por los personajes que ocupaban el más alto rango incluso hasta inicios del siglo XX.
También las lapas, pericos, tucanes y urracas ocupan un lugar preponderante en el simbolismo chamánico, sobre todo en rituales de la muerte.
Las ranas de la Región Central-Caribe se distinguen por ser más pequeñas y realistas, decoradas únicamente por una espiral simple que emerge de la boca y que oculta el conducto por donde se introdujo el oro fundido.
Este motivo figurativo se halla en todas las regiones del actual territorio de Costa Rica, expresado en diversos materiales como la cerámica, la piedra y el oro.
Para las culturas indígenas del Caribe y el sur de Costa Rica, el lagarto era un símbolo que representaba la fertilidad, debido a su asociación con el agua.
En muchas figuras se puede reconocer estilizaciones que recuerdan cabezas, escamas y formas de saurios.
La mariposa aparece en múltiples historias míticas representando diversos papeles, como intermediarias y principalmente como mujeres.
La representación del murciélago está relacionada con la fertilidad y la vida entre la mitología aborigen de Costa Rica.
La constante presencia de este mamífero en los materiales arqueológicos, señala su importancia ritual y simbólica para los grupos precolombinos.
En tiempos precolombinos, es probable que visitara las zonas cultivadas, tales como los maizales, como lo sugieren estos colgantes.
Los pecaríes son representados en varias pequeñas figuras similares, y es probable que los pendientes se usaran en grupos, como es característico de esta especie.
También se representan otros seres de la rica fauna marina del país, como cangrejos, langostas y tiburones.
Los chamanes eran hombres sagrados que transformaban la semilla en planta, averiguaban el futuro de la humanidad, curaban a los enfermos, pero sobre todo, eran los guías del alma en las grandes ceremonias funerarias.