Cerámica nicoyana

La cerámica era indispensable en la vida cotidiana del pueblo nicoyano, y es por eso el elemento más abundante en los yacimientos arqueológicos.

También se manufacturaban pequeñas estatuas de arcilla que representaban seres humanos sentados o animales en postura variadas.

Las vasijas se decoraban con simples líneas que representaban el lagarto o a un hombre-murciélago.

[13]​ Los motivos decorativos consisten esencialmente en animales: jaguar, serpiente, mono y lagarto.

[2]​ Una novedad es el uso de la pintura azul grisáceo con negro,[14]​ y naranja rojizo sobre fondo crema.

Estas figuras destacan porque pueden sostenerse en pie y, además, poseen una especie de cobertor púbico.

Se caracterizan por usar pintura corporal con motivos de animales como el cocodrilo, el jaguar o la serpiente, lo cual es destacable porque, entre las culturas mesoamericanas, la unión mítica del jaguar y la serpiente representa la fertilidad, mientras que en las culturas del área suramericana esta labor correspondía al cocodrilo, lo que vendría a convertir a estas figuras en símbolos de fusión de culturas vecinas y tradiciones mítico-religiosas.

[3]​ En El Salvador,[19]​ Honduras, Guatemala y Tula (México), se han encontrado vasijas policromadas hechas en Nicoya.

Cerámica policromada nicoyana con motivos mesoamericanos. 1000-1350 d. C. Museo de Arte del Condado de Los Ángeles .