Psicopompo

Los psicopompos son criaturas, espíritus, ángeles o deidades en muchas religiones cuya responsabilidad es escoltar a las almas recién fallecidas de la Tierra hasta el más allá.

En el cristianismo, es el arcángel Miguel, el ángel de la guarda o el gigante san Cristóbal; en la puerta del cielo, Pedro espera al alma que busca la entrada.

En antiguos iconos cristianos se representa a san Cristóbal con cabeza de perro, al igual que su homólogo egipcio Anubis.

Los maestros de la otra realidad (mundos o reinos) provienen a menudo del marco de creencias signadas por la cultura del individuo, por ejemplo, Jesús, la Virgen María, Mahoma (Muhamad), etc. Es común que el chamán pida honorarios elevados por este trabajo.

Perros, gatos, chacales, lobos, leones, caballos, ciervos, gorriones, cuervos, búhos, lechuzas o delfines han sido considerados en alguna ocasión como psicopompos.

[1]​ También las mariposas, las cuales son las más representativas en el mundo antiguo, aunque también en el misticismo o con significados contradictorios cercanos al mal.

Hermes como psicopompo conduciendo a Mirrina al Hades.
Lécito funarario de mármol. Museo Arqueológico Nacional de Atenas .
Roca sagrada que expresa entre más mitos y leyendas, al psicopompo con el alma del difunto, en Nebrodi