Olaf II el Santo

Introdujo una administración central fuerte, completó la conversión, iniciada por Olaf I de Noruega, y erigió iglesias por todo el territorio.

Olaf creció en casa de su padrastro, con el que no lograría entablar una buena relación.

A los once años de edad, Olaf tomó parte por primera vez en una expedición vikinga, participando en saqueos y pillajes.

Durante su adolescencia participó en varias expediciones, primero en los países bálticos y posteriormente en las islas británicas, donde junto a Torkjell Høge atacaría Canterbury en 1011.

Durante su estancia en Normandía, Olaf se convirtió al cristianismo y fue bautizado en esa fe.

Capturó y envió al exilio a Håkon Eiriksson, quien gobernaba Noruega en nombre del rey Svend I de Dinamarca.

Esto último no se concretaría, pues Ingegerd fue dada en matrimonio al príncipe Yaroslav I de Kiev.

Hecha la paz con Suecia, Olaf conquistó Hålogaland, la parte más septentrional de Noruega, logrando unificar así todo el país.

Una vez que hubo aplastado a la oposición, estableció el cristianismo como la religión oficial del reino desde 1024, cuando se instituyó la «ley de Cristo».

Los muertos tenían que ser enterrados en suelo santo, es decir, en las iglesias, y no en túmulos de piedras en las colinas, como sucedía en las tradiciones paganas.

Olaf fue abandonado por una parte del ejército y tuvo que exiliarse, junto con su hijo Magnus y un puñado de hombres fieles, al Rus de Kiev, en cuya capital, Gardariki, sería recibido amistosamente por Yaroslav I el Sabio.

Llegó a Trøndelag, donde se encontraría con un ejército comandado por jarls aliados de Dinamarca: Hårek av Tjøtta, Thorir Hund y Kalv Arnesson, muy superior al que mandaba Olaf.

El cuerpo de Olaf fue puesto en un cobertizo y, según la tradición, un ciego comenzó a ver tras frotarse los ojos con la sangre del cadáver.

Los campesinos del lugar se llevaron el cuerpo y lo sepultaron junto al río Nidelven, en Nidaros (actual Trondheim).

Snorri Sturluson disponía de unos textos que llegaron a ser familiares para crear su propia saga sobre el rey santo, seleccionando material adecuado, rescribiendo las viejas narraciones, desechando los relatos exagerados, aportando citas y hechos plausibles y creando personajes intrigantes.

Muerte de Olaf II en la batalla de Stiklestad según el Flateyjarbók (siglo XIII ).
Olaf II navegando entre trolls . Pintura sobre piedra en la iglesia de Dingtuna, Suecia.
Retablo en madera de Olaf Haraldsson conservado en la catedral de Trondheim , Noruega , siglo XIV .
La muerte de Olaf en Stiklestad de Peter Nicolai Arbo