La batalla de Boknafjorden fue, tras la batalla de Nesjar, el segundo capítulo del conflicto bélico entre las fuerzas del rey Olaf II el Santo que representaba el nuevo feudalismo medieval e imposición del cristianismo, y los reinos vikingos paganos y tradicionalmente sometidos al thing asambleario de hombres libres (bóndi) encabezados por el poderoso rey rugio, Erling Skjalgsson.
Las relaciones entre Olaf II y Erling Skjalgsson no siempre fueron ásperas, el rey Olaf buscaba esporádicamente la alianza con el rey rugio para afianzar su reinado, una relación que no fue siempre fácil y que fracasó tras la muerte del sobrino de Erling, Asbjørn Selsbane, que acabó por enturbiar las relaciones con la corona.
Durante la batalla, la nave de Erling fue apresada y el rey rugio capturado.
El mismo Olaf, profetizó que el precio por la muerte de Erling le iba a costar la corona.
Dos años más tarde, respaldados por Canuto el Grande, los aliados del difunto Erling se levantaron en armas y mataron al rey Olaf en la batalla de Stiklestad.