Su epíteto no proviene del inglés moderno unready sino del anglosajón Unræd, "malaconsejado", y se trata de un irónico juego de palabras con su nombre Æthelred, “bien aconsejado”.
Luego de algunos combates —entre los que se destaca la batalla de Maldon, por la victoriosa defensa del conde Byrhtnoth—, Etelredo llegó a un acuerdo con Olaf, el cual regresó a Noruega; pero las depredaciones continuaron, esta vez por el lado de los daneses.
Esta fue la excusa perfecta para el rey Svend I,[1] el cual, erigiéndose en vengador, comenzó las expediciones en contra de los ingleses (1003-1005, 1006-1007 y 1009-1012), teniendo el rey que pagar el danegeld en aún mayor cantidad que antes.
Rápidamente conquistó ciudad tras ciudad, y cuando llegó a Londres los ciudadanos decidieron derribar el puente —de ahí proviene la famosa canción infantil El puente de Londres se está cayendo...—, sufriendo el rey Svend serias heridas, lo que no impidió que continuara su conquista.
Entretanto, el destronado rey Etelredo, su mujer Emma de Normandía y sus tres hijos menores huyeron al ducado de Normandía, junto a su cuñado, el duque Ricardo II.