Nordmøre y Romsdal, así como el municipio de Bindal, pertenecieron originalmente a Trøndelag.
La Noruega de la Era Vikinga estuvo dividida en pequeños reinos independientes gobernados por caudillos que gobernaban los territorios, competían por la supremacía en el mar e influencia política, y buscaban alianzas o el control sobre otras familias reales, bien de forma voluntaria o forzadas.
Estas circunstancias provocaron periodos turbulentos y vidas heroicas como se recoge en la saga Heimskringla del escaldo islandés Snorri Sturluson en el siglo XIII.
Los diferentes fylki tenían una ley en común, un parlamento común (Thing) que se denominaba Frostathing y se celebraban en la península de Frosta.
Según Eireks saga víðförla, Trond Haraldsson fue el primer monarca que gobernó el Reino de Trøndelag.