Nuno Álvares Pereira de Melo (1638-1727)

[1]​ En 1658 intentó nuevamente alistarse en el ejército, y esta vez obtuvo permiso, porque la reina intentaba nombrarlo general de caballería en la siguiente campaña.

En este ataque recibió dos heridas, una ellas de mucha gravedad, despedazándole una bala el hombro izquierdo, obligándolo a un tratamiento prolongado.

Era de los hidalgos que más censuraban el procedimiento irregular del príncipe Afonso, y por eso, tan pronto como subió al trono, el nuevo monarca lo mandó a la villa de Almeida.

Sintiéndose enfermo partió para Caldas da Rainha, desde donde pasó a Tentúgal, y causando extrañeza aquel proceder, dirigió una representación al rey, por la que obtuvo licencia para residir en Alenquer, y más tarde se le permitió regresar a Lisboa.

Ese mismo año la reina lo eligió como su mayordomo mayor, cargo que conservó hasta su muerte, sirviendo sucesivamente a las reinas María Sofía de Palatinado-Neoburgo y María Ana de Austria.

Nuno Álvares Pereira de Melo.