Esta basílica, de construcción contemporánea (1930-1952), es obra del arquitecto navarro Víctor Eusa.[5] Fue la primera imagen mariana navarra en ser fotografía (1862) poco antes que la Virgen de Ujué (1876).Fue realizada, probablemente, en el siglo XIV y habría sustituido a una talla románica anterior totalmente desaparecido sin conocer las causas.La figura maternal presenta un rostro ovalado, siguiendo la estética francesa propia de la época, apuntando una leve sonrisa que transmite una imagen más dulce, al tiempo que «presenta una actitud serena y sonriente.» Sentado sobre su rodilla izquierda, su hijo adopta un gesto manual bendecidor.Esta presentación se mantuvo así hasta los siglos XVII-XVIII, en el momento de trasladar la imagen a un retablo la escultura del Puy.[6] Es una tradición que arranca, según los registros, en 1631 con motivo «de una pertinaz y peligrosa peste».