Santa María de Roncesvalles

La composición rompe con las habituales donde tanto madre como hijo son mostrados impasibles en actitudes frontales y simétricas con María sirviendo de asiento a Jesús.[9]​[10]​ Otros casos se encontrarían en las imágenes marianas de «Artanga (Urraúl Alto), Turrillas (Izagaondoa) y Urroz de Santesteban (Alto Bidasoa).» A todas ellas se añadiría la Virgen del Tesoro (Roncesvalles) que «es la única que ha conservado los dos rasgos más excepcionales del modelo: la cubierta metálica y la decoración figurada del trono.»[11]​ Su leyenda está vinculada al Camino de Santiago.En líneas generales la historia narrada, similar a otra leyendas marianas, se basa en la aparición milagrosa de la talla cuando un pastor, bebiendo agua de una fuente, observó a un ciervo cuya cornamenta se iluminó con pequeñas estrellas revistiendo la escena de un hálito sobrenatural que movió al pastor a acercarse al animal.En el momento de aproximarse sonó una música angelical dejando impresionado al pastor que corrió a compartir la noticia con sus vecinos.[21]​ Ha sido una figura estudiada abundantemente y «es la imagen navarra de la que se conservan descripciones más antiguas.»[2]​
Un primer plano de la escultura donde se aprecian los relieves de su peana .
Vista de la Colegiata desde el Alto de Ibañeta
Imagen de la Virgen de Roncesvalles presidiendo el altar de la iglesia de la Colegiata