Actualmente es un hito en el trazado del Camino Francés que lleva hasta Santiago de Compostela.
[6] Siendo el lugar confluencia de vertientes y frecuentado por nieblas, se dice que el ermitaño hacia sonar la campana para guiar a los peregrinos desde el atardecer hasta la medianoche.
En ruinas la encontró entonces el filólogo alemán Wilhelm von Humboldt en su segundo viaje por esta región del Pirineo.
También por aquellos años el escritor catalán Juan Mañé y Flaquer, la plasmó a plumilla en un dibujo único testimoniando gráficamente cómo era la capilla.
Lacarra refiere que tal incendio se produjo en 1884 y por la imprudencia de unos soldados.